jueves, 7 de junio de 2012

Federico II








Federico II Stupor Mundi" fue emperador del sacro imperio germánico. Hombre de una gran cultura dominaba el árabe, el latín , el italiano, el francés y el alemán. Se le considera un hombre de estado y en razón a esto no cabía más que una política basada en sobrevivir él y su imperio y donde no existía ningún tipo de conciencia. Su canciller Pedro Desvignes que le orientó tanto en el camino correcto como incorrecto, sufrió una de las más atroces penas. Rodeado de envidiosos, muy frecuentes en las cortes medievales, por el prestigio que tenía fue acusado de traidor. Federico hizo que le sacaran los ojos. La desesperación de Pedro fue tan grande que se suicidó estrellando su cabeza contra la pared. El poder corrompe, porque el hombre es ambicioso y siempre aspira a más. La historia está llena de ejemplos terribles.

1 comentario:

  1. Excelente, Marisa. Llegué a tu blog, a este post en especifico porque estoy leyendo la Divina Comedia, y justo estoy en la parte que alude a Pedro Desvignes. Gracias y hasta pronto!

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