El hombre y la mujer en la Edad Media los sitúo fuera de las ideas del momento. ¿Donde los coloco? En los júbilos, porque de su diversidad, de sus encuentros y desencuentros se forjan las más grandes historias de amor y de recelo, de su diversidad nace el juego de la vida. Porque en contra de las ideas, el hombre y la mujer estaban destinados a encontrarse, y propiciar, aunque nada más fuera un momento, el gran júbilo del encuentro.
Me gusta, me gusta la profundidad de este corto pensamiento. Lo malo es que hombre y mujer no hemos entendido todavía bien que somos números complementarios y no disociaciones de la unidad.
ResponderEliminarUn beso.
Esto que tu dices es una verdad muy grande. Porque estamos demasiado polarizados en la búsqueda de la individualidad y hemos olvidado que el hombre y la mujer son complememtarios. Muchas gracias por tu comentario.
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