Las
autoridades civiles son las que muestran una mayor preocupación por el tema. En
el siglo VI el emperador Justiniano lleva a cabo una legislación donde trata de
este asunto. Pero no se trata de ilegalizar la homosexualidad como una práctica
contra natura, sino más bien como una práctica más de adulterio. Los que lleven
a cabo estas prácticas se les aparta de sus funciones o se les destierra. En
algunos casos se ataja el problema por la vía rápida: la castración.[1]
[1] Ibídem. En ningún momento parece que se menciona la homosexualidad, ni
se habla de relaciones que comporten actuaciones antinaturales. Es simplemente
una sexualidad que no tiene ningún objetivo concreto para lo que se piensa que
debe ser la sexualidad, y como tal se la ve pecaminosa. Menciona cómo en España
el rey Recesvinto, hacia mediados del siglo VII, legislaba y solicitaba la
castración para los homosexuales.
Encuentro muy interesantes tus participaciones. me sirven de mucha información. Saludos
ResponderEliminarpues castrados tampoco es que fueran a tener una sexualidad muy reproductiva..
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