jueves, 10 de octubre de 2013

En definitiva


A las mozas los buenos bocados a las viejas, que les nazcan agallas. G. Boccaccio.Ob,cit.Jornada 5 Novela 10,pag 338


Agotado por las preocupaciones, el marido se queda sin aliento en los juegos amorosos y no consigue satisfacer a su mujer, que se queda con tanto vigor como tenía antes. Gilles Bellmère, fue obispo de Avignon de 1390 a 1407, Los quince Gozos del Matrimonio, ver G. Minois, pág 296.


Pero sabed que no hay nada que desagrade más a los jóvenes que una mujer vieja, ni que le perjudique más su salud. E igual que un hombre que tiene mucha sed y bebe mucho vino que ha cogido el sabor del tonel, pero en cuanto ha acabado de beber le queda un sabor de boca muy malo, y no volverá a probarlo mientras tenga otro del que beber; pués lo mismo le sucede al jóven que tiene una mujer vieja, que seguramente ya no le ama, y menos aún amará la mujer joven al hombre viejo. Les quinze Joies de Mariáge, en Poétes et romanciers du Moyen Age.Ed de la Pléiade, pag 661-662 Ver. G Minois Ob, cit, pág 299.


 Yo seré viejo; vos fea, sin color.Llegará un tiempo que hará secar amarillear, marchitar, vuestra abierta flor François de Villon. El testamento ed. Pleìade,p,158. V G MInois Ob, cit, pág 313



1 comentario:

  1. Creo que en el amor, cuando no hay sometimiento del uno al otro, que de todo hay en la viña del Señor, lo mejor es la paridad, también en la edad. Las apetencias de los jóvenes son de una intensidad que no pueden soportar los mayores, aunque estos las suplan con las habilidades aprendidas en la cátedra de la vida.
    Un beso

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