A las mozas los buenos bocados a las viejas, que
les nazcan agallas. G. Boccaccio.Ob,cit.Jornada 5 Novela 10,pag 338
Agotado
por las preocupaciones, el marido se queda sin aliento en los juegos amorosos y
no consigue satisfacer a su mujer, que se queda con tanto vigor como tenía
antes. Gilles Bellmère, fue obispo de Avignon de 1390 a 1407, Los quince Gozos
del Matrimonio, ver G. Minois, pág 296.
Pero sabed que no hay nada que
desagrade más a los jóvenes que una mujer vieja, ni que le perjudique más su
salud. E igual que un hombre que tiene mucha sed y bebe mucho vino que ha
cogido el sabor del tonel, pero en cuanto ha acabado de beber le queda un sabor
de boca muy malo, y no volverá a probarlo mientras tenga otro del que beber;
pués lo mismo le sucede al jóven que tiene una mujer vieja, que seguramente ya
no le ama, y menos aún amará la mujer joven al hombre viejo. Les quinze Joies
de Mariáge, en Poétes et romanciers du Moyen Age.Ed de la Pléiade, pag 661-662
Ver. G Minois Ob, cit, pág 299.
Yo seré viejo; vos fea,
sin color.Llegará un tiempo que hará secar amarillear, marchitar, vuestra
abierta flor François de Villon. El testamento ed. Pleìade,p,158. V G MInois
Ob, cit, pág 313
Creo que en el amor, cuando no hay sometimiento del uno al otro, que de todo hay en la viña del Señor, lo mejor es la paridad, también en la edad. Las apetencias de los jóvenes son de una intensidad que no pueden soportar los mayores, aunque estos las suplan con las habilidades aprendidas en la cátedra de la vida.
ResponderEliminarUn beso