Pero
cómo, me diréis, ¿ acaso no se ve ancianos que están más corrompidos que los
jóvenes...? Es un gran mal que el anciano padezca las enfermedades de los
jóvenes.. Si, al llegar a la vejez nuestra conducta es siempre tan vergonzosa,
tan deshonrosa, ¿ merecemos el nombre de ancianos, si no respetamos nuestra
edad? ¿ No es absurda e inexplicable la conducta del anciano que se emborracha
, que frecuenta las tabernas, que va de carreras, que sube a un escenario, que
corre con la multitud como un niño ? Es tremendamente vergonzoso y ridículo
tener canas en la cabeza y la ligereza de la infancia en el corazón . Se
atribuye la expresión a Juan Crisóstomo.G. Minois. Ob cit, pág 171
EL DESEO
Hace 23 horas
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