Hombres. Los caballeros

Lanzarote encarna los máximos ideales de la caballería. Sin embargo, sus amores ilegales con la reina Ginebra, suponen una traición al rey Arturo, y con esa situación rompe uno de los aspectos fundamentales del buen caballero, que es la lealtad. Pero destacará como gran amante que se deja llevar por la pasión hacia Ginebra, y por otra parte porque despierta el amor de muchas mujeres, entre ellas Brisane, que mediante artilugios consigue que él engendre en ella a Galad que en realidad será con el tiempo el prototipo del caballero ideal, místico y mítico caballero celeste. Como vemos  un hombre destinado a las grandes proezas, a los grandes honores es desviado de su camino por las mujeres que, en cierto modo, le apartan de la senda perfecta, que el Lanzarote, se supone debería seguir como extraordinario caballero. Por tanto el hombre, en cierta manera, es muy proclive a dejarse seducir y las mujeres, como puede percibirse, son las que llevan a la perdición a los hombres.