El miedo también forma parte de la vida del caballero, es el hombre que sufre, que vive de una
forma cruel y dura en el combate, que quizá cuando llega el momento de enfrentarse
se siente paralizado, se marea y no puede reaccionar de inmediato porque esto
forma parte de la realidad del hombre caballero, que a veces vive con crueldad
esa función de las armas que tan bien refleja la literatura y las crónicas.
Cuando estamos en las tabernas, bebiendo aquellos vinos tan fuertes, y junto a las damas que nos contemplan, con sus tersas gargantas, con sus seductores cuerpos, con sus ojos resplandecientes con una bella sonrisa, entonces la naturaleza nos impulsa a tener un corazón animoso. Y unos podríamos vencer a Jaumón y Agolant, y otros a Oliveros y Roldán. Pero cuando estamos en campaña sobre nuestros veloces corceles, con los escudos al cuello, las lanzas en ristre o bajas, y el intenso frío nos va helando totalmente, y los miembros se nos quebrantan mientras los enemigos se acercan, entonces quisiéramos estar en una cueva tan profunda que nunca nadie pudiera vernos
jejeje para miedo el de las gentes sencillas cuando les veían aparecer, que los caballeros nunca llegaron a ningún sitio para dar nada, más bien todo lo contrario..
ResponderEliminarsaludos,