jueves, 2 de mayo de 2013

El hombre con respecto a la mujer

La libertad que él le atribuye, no se conquista, no se lucha por ella, en la mujer la libertad es la que emana de la propia esencia de su naturaleza .En virtud de la misma, se hace imposible acosarla, amarla sin su consentimiento porque ella rechazará a quien trate de imponerle el amor de alguien que no desea, por mucho que se intente conseguir el amor de una mujer, aún suponiendo que  consiga doblegarla, si ésta no quiere él no triunfará nunca sobre los sentimientos de ella. Debe saber que la imposición tiene un final claro: fracaso, un fracaso que conduce poco a poco a  la asfixia de cualquier sentimiento que pudiera brotar de la mujer para el hombre.Porque la imposición lo único que logra es hacer desaparacer el amor, lo ahoga. A esto se refiere G. Strasburg  en Tistán e Isolda. Parece ser cierto que esa libertad la aprecia mucho el hombre. (ver mi libro Pasiones , Júbilos y lamentos en la Edad Media)

4 comentarios:

  1. Nadie te puede obligar a amar, te obligaran a convivir pero nada más.
    Un abrazo

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  2. haciendo una metáfora más bien grosera, obligar a amar es como obligar a comer, con mucho empeño se puede digerir, pero no saborear

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  3. Los sentimientos son libres amas y te atrae una persona y sin embargo es imposible sentirte atraída por otra y en ese caso, vivirás en convivencia, pero nada más.

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