La
libertad que él le atribuye, no se conquista, no se lucha por ella, en la mujer
la libertad es la que emana de la propia esencia de su naturaleza .En virtud de
la misma, se hace imposible acosarla, amarla sin su consentimiento porque ella
rechazará a quien trate de imponerle el amor de alguien que no desea, por mucho
que se intente conseguir el amor de una mujer, aún suponiendo que consiga doblegarla, si ésta no quiere él no triunfará
nunca sobre los sentimientos de ella. Debe saber que la imposición tiene un
final claro: fracaso, un fracaso que conduce poco a poco a la asfixia de cualquier sentimiento que
pudiera brotar de la mujer para el hombre.Porque la imposición lo único que
logra es hacer desaparacer el amor, lo ahoga. A esto se refiere G. Strasburg en Tistán e Isolda. Parece ser cierto que esa libertad la aprecia mucho el hombre. (ver mi libro Pasiones , Júbilos y lamentos en la Edad Media)
CANTINELA
Hace 17 horas
Nadie te puede obligar a amar, te obligaran a convivir pero nada más.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias Chelo. Buenas noches
Eliminarhaciendo una metáfora más bien grosera, obligar a amar es como obligar a comer, con mucho empeño se puede digerir, pero no saborear
ResponderEliminarLos sentimientos son libres amas y te atrae una persona y sin embargo es imposible sentirte atraída por otra y en ese caso, vivirás en convivencia, pero nada más.
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