Con frecuencia se escribe en la Edad Media que el hombre no puede confiar en la mujer no puede hablarse con ella, porque no escuha ni atiende a razones, maneja al
hombre a su antojo, y como no saben lo
que desean ,es inútil escuchar sus consejos ¡
Qué difícil es vivir con ella! ¿ Y sin
ella?
Dejaré
abierta una puerta a otras posibilidades, para que ambos hombres y mujeres
estén callados, frente a frente , en sus propios encuentros, en sus júbilos
aislados. Sólo así , el hombre y la mujer dejan de estar
enfrentados , en enemistades irreconciliables , y entonces se escribirá que La
mujer es el "puente por el que Dios entró en el infierno para rescatar a
todos sus amigos
me ha encantado la última frase, aunque a decir verdad, si me es permitido escoger, prefiero un infierno sin dioses
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