Soledad

Jhon Clyn monje  franciscano en Kilkenny, Irlanda, pertenecía a los frailes Menores en su comunidad pudo contemplar con espanto como la muerte negra, el demonio, la peste se llevaba poco a poco a toda la comunidad, sabía que este mal se extendía por todo el mundo, en su soledad, contagiado por la peste sintiendo esa gran soledad que le rodeaba, pensó lo necesario que era dejar un comentario sobre este momento de sufrimiento con un objetivo, que lo que todas las personas estaban pasando, sufriendo y padeciendo jamás se olvidara.

 “estoy siendo testigo  de notables hechos que jamás deberán ser olvidados en el transcurrir del tiempo por las nuevas generaciones. He sido testigo de grandes males que se extienden por todo el mundo, el mundo entero está afectado por el mal, mientras estoy esperando entre los muertos para que llegue la mía, he escrito sobre este pergamino lo visto. Para que la escritura permanezca mas allá de los escritores, y para que esto se de a conocer, en el caso de que alguien sobreviva”