De la muerte preocupan muchos aspectos uno de ellos morir lejos de donde se ha vivido. Mueren los reyes en las guerras,
mueren los caballeros en las batallas y torneos. Todo esto se produce
generalmente fuera de su entorno. Causa mucho miedo y honda preocupación. Es
verdad que sólo tenemos noticias de los que son ricos (ellos pueden decir lo
que quieren que se haga con sus cuerpos) y es evidente que todos, mueran donde
mueran, desean volver a los lugares que dejaron. No se reparara en gastos para
llevar a cabo este traslado, denominado con mucho acierto “el último viaje”[1].
En esta búsqueda
del entorno conocido da la sensación de que se piden lugares seguros e idóneos
para descansar. Parece como si descansando en el lugar que vivió, el tránsito
hacia la otra vida fuera mucho más fácil, menos lleno de dificultades. Es la
búsqueda de espacios conocidos que rompan el aislamiento, la soledad.
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