lunes, 8 de julio de 2013

La cortedad de la vida

 
En épocas de las grandes pestes y calamidades, como fue el XIV, se la aprecia voraz ya que engullía sin piedad todo lo que encontraba y nunca se hartaba; por mar y tierra, ricos y pobres eran devorados sin cesar. La muerte todo lo destruye. Es tan rápida que, indudablemente, su presencia hace comprender que se vive en un suspiro. Tan leve es la vida que la mejor forma de entenderla pasa por saber que ésta puede acontecer en un abrir y cerrar de ojos. Poca gente desconoce los males que le llegan con la peste y entre ellos el ineludible: la muerte. Se hacen reflexiones acerca de la pluralidad de los días. La división del tiempo no debe engañar porque la muerte hace de la vida un tiempo escaso.

2 comentarios:

  1. Una de las lacras de la sociedad, como lo fue la lepra, y resulta que la solución no estaba en una vacuna como la viruela, sino en la higiene: paradojas de la vida.

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  2. Cuantas gracias tenemos que dar a dios por tener a nuestro alcance tantas facilidades para evitar todas esas desgracias que traía el no tener la higiene necesaria.
    Saludos

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