Un
condenado relató a Juan, el maestro escolástico de Xantens, cómo fue enviado a
un lugar de fuego insoportable que decía:
“Si con toda la leña del mundo se encendiese un solo fuego,
preferiría más arder en él hasta el día del juicio que soportar éste por
espacio de una hora.Le sacaron de allí y lo arrojaron a un lugar tan helado que deseaba
volver al lugar del fuego. Después fue llevado a otro lugar donde podían
palparse unas tinieblas tan horribles que se decía en su interior: si durante
cien años hubieses servido a Dios estarías bien pagado con tal de poder volver
al lugar del frío” Por tanto, esta inmensa actividad provoca un
ruido que deja sordo y que se ve acrecentado por los muchos lamentos y terribles
gemidos que se escuchan. Finalmente, hay una atmósfera irrespirable de olor
pestilente que sale de pozos que humean. Todo este caos es dirigido por un
jefe, el diablo, que da constantemente órdenes y decide el destino de las almas
condenadas
DESPERTAR
Hace 23 horas
Los humanos estamos siempre descontentos con lo que tenemos: en invierno renegamos del frío y en verano del calor, en primavera del tiempo cambiante y en otoño de la desnudez de la foresta. ¿Qué haremos en el más allá, tanto en la Presencia como en la Ausencia?
ResponderEliminarBesos.
Es posible que siempre estemos descontentos, pero lo que si he apreciado es que la gente está más animada con el buen tiempo, el otoño es maravilloso por sus colores y si en el Más Allá estamos en la presencia será como estar en un hermoso jardin tranquilos y sólo en la ausencia nos quejaremos
Eliminar