miércoles, 18 de septiembre de 2013

La vergüenza de pedir limosna



¡Qué desgraciado es ser pobre o ser humillado por la sed, hambre o frío, y avergonzarse de pedir limosna! Y si no se pide, la misma carencia, a pesar del cuidado en ocultarla, descubre las escondidas heridas: indigencia, robo, mendicidad y pedir prestado. G. Chaucer.

4 comentarios:

  1. Ayer, como cada miércoles, atendíamos a los pobres en Cáritas. Se te cae el alma a los pies cuando ves a una madre llorar desconsoladamente su situación de penuria. Llegamos hasta donde podemos, hacemos bastantes cosas, pero cada día son más los pobres y mayores las necesidades. Es tremendo
    Un beso

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  2. Nadie mejor que tú, que trabajas en Cáritas, puedes darte cuenta de la realidad de este pensamiento. Muchas gracia por hacer lo que puedes. Todos podemos siempre hacer algo por el prójimo.

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  3. La necesidad acaba flotando por mucho que se intente ocultar.
    Dificil época la que atravesamos.

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  4. Si, Chelo , la necesidad sigue flotando, pero las personas que nunca tuvieron que pedir comida sienten vergüenza. Esto ocurre igual hoy que en la Edad Media. Muchas gracias por tu comentario.

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Los comentarios siempre amplían conocimientos. Muchas gracias.