Pobreza purificadora
¡Oh vida ermitaña tu eres el baño , la muerte de
las fechorías, la purificación de la inmudicia; puedes purificar las escondidos
recovecos del alma, lavar las impurezas del pecado y hacer que las almas
brillen con angélica pureza. Pedro Damiano, S.XII Laus Eremiticae
Sin dudas, también existen otros caminos de purificación.
ResponderEliminarUn abrazo
Sin lugar a dudas la reflexión sobre uno mismo de lo que hacemos bien y de aquello que no deberíamos hacer.
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