Estos hombres , en sus predicaciones a
través del mundo, destrozándome sin pudor con todas sus fuerzas, llegaron a
provocar momentáneamente contra mi el desprecio de algunas potencias
eclesiásticas y seculares y, a fuerza de propalar sobre mi fe y mi vida cosas
monstruosas, consiguieron alejar de mí a algunos de mis mejores amigos. En
cuanto a los que me guardaban algún afecto no se atrevían a demostrarlo . Abelardo S XII.
GIRALDILLO
Hace 21 horas
me ha encantado la cita final, no se si la palabra exacta sería «temer», pero desde luego estoy de acuerdo en que quien lanza sus escritos al mundo no debería refugiarse en la complacencia de la adulación
ResponderEliminarbesos,
A mi también me gusta mucho porque responde a una realidad muy grande- Muchas gracias
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