jueves, 28 de noviembre de 2013

La lucha contra los elfos

La sociedad debe estar preparada para luchar contra los elfos. Pero, ¿cómo se puede luchar contra lo que no se ve? Sólo de una forma: con la fabricación de ungüentos que sirven para éstos  y para todos los espíritus maléficos, y también para las mujeres que han tenido trato sexual con el diablo. Con el mencionado ungüento había que frotarse los ojos y la frente porque en esas partes se disipaban las ilusiones, se perdía la realidad del entorno y se establecía el caos. Es decir, sería el remedio para las enfermedades mentales. Si el mal era del cuerpo se untaba éste con incienso. Ya he señalado que el olor ahuyenta a los espíritus. Así que todos deben saber que contra la enfermedad de los elfos hay que usar agua bendita, hinojo, incienso, la parte inferior de una planta que se llama la sombra del mago y saber el Credo y el Padrenuestro. Como vemos, hay una perfecta simbiosis de remedios mágicos y religiosos.

El ataque más común es una herida porque estos elfos tienen la costumbre de disparar con flechas no sólo contra los hombres sino contra el ganado. Si esto le sucede al hombre debe cantar doce misas. En realidad, los remedios para este acoso del elfo, que no se diferencia de la bruja ni de los seres malignos, como ya escribí, se caracterizan no sólo por una inclinación hacia lo mágico, sino que se recurre a todo, incluso a lo religioso ¿No entraría todo dentro de la superstición?

1 comentario:

  1. por lo menos había alguna defensa contra los elfos, aunque pasase por pagar hierbas y ungüentos a los hechiceros (o a quienes los vendieran) y misas a los curas. Lo que no arregle el dinero..

    besos,

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