jueves, 19 de diciembre de 2013

Abu Ali al-Husayn ibn Sina (Avicena)



Avicena, su verdadero nombres era Abu Ali al-Husayn ibn Sina nació en el año 980 en Afsina, población de la provincia persa de  Jurasán. Se sabe que era una persona inteligente y que destacó como estudiante, dominando el Corán de memoria, y realizando los estudios sobre física, derecho, matemáticas y filosofía. Hombre muy particular ya que a sus  diecisiete años fue llamado por el emir de Bujara, Nun inb Mansur, enfermo de una intoxicación de plomo al parecer por la costumbre que tenía de beber  en una copa de tarracota pintada con elementos minerales, fue curado y  en compensación  se le dejó frecuentar la biblioteca real donde se contenían numerosos libros y donde aspiraba a formarse  aún más. Su saber le hizo famoso. La obra de su vida es el famoso Cánon que  realiza  en 1020 y que puede ser definido como un compendio de todos los conocimientos médicos existentes en la época. Los cinco libros de los que se componen nos ponen en contacto con las generalidades del cuerpo humano, la salud y cómo debe cuidarse el mismo. El contenido del segundo comprende lo que  podemos llamar la materia médica y la farmacología, para pasar al tercero donde trata sobre la patología, en el cuarto escribe como se deben tratarse las fiebres, síntomas, diagnósticos, pronósticos, tumores, heridas, fracturas y acababa con el contenido de la farmacopea. Lo importante de esta obra es valorar su contenido ya que nos encontramos con una gran enciclopedia de medicina, apoyada en fuentes musulmanas, menciona muchas enfermedades y muchas medicaciones para atajarlas. Algunos descubrimientos son importantes al reconocer que la tuberculosis era contagiosa, que a través del agua y la tierra se pueden producir enfermedades y lo más sorprendente   que entre la mente y el cuerpo se produce una interacción, describió la meningitis y por supuesto hizo muchas aportaciones en otros campos. Realizó estudios sobre el sistema circulatorio. Señalo que las contracturas  y la sensación de dolor  eran debidas a los nervios.  La traducción latina del Canon, se realizó en Toledo bajo la dirección de Gerardo de Cremona en 1180, cinco años después del fallecimiento de Avicena Libro de texto en todas las universidades europeas[1]


[1] Javier Mauricio Lobato Polo en su artículo “la medicina en el medio oriente: Avicena” da a conocer la importancia de Avicena y señala como.. Fue traducido al latín por Gerard de Cremona en el siglo XII (cien años después de la muerte de Avicena). Se convirtió pronto en el libro de texto de medicina en todas las universidades de Europa. En el último tercio del siglo XV se imprimieron dieciséis ediciones (quince en latín y una en hebreo) y durante el siglo XVI fue impreso en más de veinteediciones. Hasta el siglo XVII permaneció como la “biblia” de la medicina en occidente. En 1930 fue traducido parcialmente al inglés por Cameron Gruner. Así, El Canon de Medicina duró cerca de seis siglos como principal fuente de conocimientos para los médicos. La evolución de la ciencia médica tuvo en el medio oriente una catapulta en la peor época de la historia para occidente. Avicena fue sin duda alguna el mejor científico de oriente de la historia, no solo por sus importantes aportes en la medicina si no también en otras áreas.


3 comentarios:

  1. Y así, hoy estamos edificados en el conocimiento y experiencias de aquellos que nos precedieron.
    Un beso.

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    1. En la Edad Media se decía: " somos como enanos subidos sobre hombros de gigantes " se refiere a que lo que otros conocieron nos sirvieron para avanzar,

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  2. resulta impresionante como el genio individual puede (apoyado en el esfuerzo de muchos otros anteriores, por supuesto) dar tales empujones a la ciencia

    besos,

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Los comentarios siempre amplían conocimientos. Muchas gracias.