Los médicos

Los comentarios negativos que se vierten sobre los médicos en algunos textos literarios se olvidan o eliminan una de las partes más importantes y trascendentales del hombre y es que al igual que el sacerdote se encargaba de la salud del alma,  el médico, aquél que buscó como meta  conocer los medios para salvar a los enfermos, y aportarles una mejor forma de vida constituye uno de los aspectos más importantes de la Edad Media. La salud y la enfermedad son fundamentales en todos los momentos de la vida humana: por eso debe ser  considerada de una forma positiva, porque algunos médicos se empeñaron en hacer de la medicina una ciencia en la que la atención al enfermo y la ética en su práctica fuera lo esencial. El primer aspecto importante  es que esa minoría de estudiosos de la medicina, considerando la importancia de la salud y la recuperación de la misma, intentan hacer ver a los monarcas lo importante que  es invertir en algunos asuntos presentes en la sociedad medieval: la pobreza, la muerte y las enfermedades que diezman bárbaramente a las poblaciones.  Preocupación que se aprecia desde el siglo XI y que lleva a logros a avances importantes que, quizá, en los momentos de angustia, no se perciben por la sociedad. Así por ejemplo se está convencido que el hombre con sus estudios  puede conocer la salud del hombre, y curar su enfermedad o al menos aliviarla y este pensamiento tan claro  lleva a que se quiera enseñar y otros aprender para llegar a este conocimiento. Santo Tomás en el Siglo XIII no es despectivo con los médicos, porque para él como para muchos otros el médico es ante todo un “hacedor de la salud”.