viernes, 26 de julio de 2013

convocar a los muertos

La nigromancia se practicaba mucho en la Edad Media.Para San Isidoro los nigromantes son todos aquéllos que convocan a los muertos para preguntarles acerca del futuro y esto, de alguna manera, violenta el descanso eterno. En el siglo XII, Pedro el Comedor (1110 – 1179) pone de manifiesto que los nigromantes llaman a los muertos por medio de cantos y sacrificios. No estamos ante un tema sin importancia sino que esto resulta muy frecuente, de tal manera que en muchos fueros también se condena a todos los que llevan a cabo estas prácticas.
Los nigromantes convocan a los demonios generalmente eran clérigos[1]. Los objetivos de la nigromancia quedan muy claros: se trata de ejercer el poder sobre los aspectos más misteriosos del hombre y nadie duda de que dominar la mente es uno de ellos. Objetivos
Dominar las mentes y conducir a la locura. De la misma manera se puede incitar al amor y al odio. A la vez que se producen estos hechos la nigromancia trata de crear ilusiones y, sobre todo, de resucitar a los muertos. El nigromante empleaba un anillo consagrado que se colocaba en el pie de un muerto para reclamar por turno a seis demonios, cada uno de los cuales animaría una parte del cuerpo del difunto, que podía andar y hablar. Desde este momento, el muerto se convertía en un aparecido a la fuerza. Y por último, los nigromantes tratan de adivinar o averiguar los secretos del pasado, presente y futuro. Pero esta adivinación tiene que ver con la otra vida, que es lo que preocupa, y naturalmente el único que puede ofrecer noticias es el que ha muerto. Se teme a los que se aparecen por medio de estas artes porque, al ser forzados a salir de su lugar de reposo, están tan furiosos e irritados que se vengan de los mortales. Resulta necesario huir de estas prácticas.
Hay varias formas de llegar al mundo de los muertos. Se accede con un objetivo: saber qué ha sido del alma de la persona querida o próxima que ha muerto.
Como podemos imaginar, el hecho de que se recurra a un nigromante ya nos indica que el alma estará condenada sin la más mínima duda. La forma de hacer la petición es la siguiente: Si alguna persona me da noticias seguras sobre el alma de mi padre le daré una recompensa”.  La petición no se hace a solas sino que generalmente se formula ante un nigromante, que la mayor parte de las veces son los que se dedican a este arte. Con ciertos conjuros convocaban a los diablos. Una vez formulado el pensamiento, el nigromante convoca al diablo con su conjuro. Aparece y pregunta: ¿qué quieres? A partir de este momento se puede decir que el proceso se pone en marcha. ¿Qué quiere saber? Lo lógico es que el diablo se lleve a la persona para que conozca el caso del alma y de paso, como ya señalé, el poder del demonio.



[1] Era frecuente en la Baja Edad Media que la gente piadosa dotase puestos de sacerdotes cantantes para decir misas después de su muerte y liberarles del Purgatorio.

2 comentarios:

  1. Esas creencias en nigromantes y mancias siguen vigentes en el día de hoy, algo que se me hace difícil entender.
    Un abrazo

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  2. Es cierto francisco, hoy existen "sectas" como los guardianes de la muerte que ponen los pelos de punta

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