Parece haber
existido un temor hacia los muertos derivado de la creencia de que a su
alrededor se producen hechos muy extraños: los
muertos pueden ser peligrosos, se hace necesario que las personas arbitren una
serie de ceremonias y actividades que, en líneas generales, tienen que ver con
un hecho: que los muertos puedan sentirse satisfechos con el tratamiento que se
les otorga. Se desarrollan una serie de ritos y ceremonias que cumplen ese requisito de rendir pleitesía a lo que se teme, en este
caso a los muertos. Así, nos vamos a encontrar con actuaciones o celebraciones
relacionadas con el hecho de no dejar solo al muerto ni un momento. Por otra
parte, veremos actuaciones singulares para dar facilidad a la muerte, porque se
considera que lo más duro de todo es el proceso de separación del alma y el
cuerpo, y a veces esta separación resulta costosa. Por lo tanto, hay una serie
de ritos que tienen como misión dar mayor facilidad para que el alma encuentre
su camino hacia la vida eterna, libre de obstáculos, en cuyo caso se deben
mencionar no sólo las ceremonias básicas que desarrollaba la Iglesia sino
también las populares y profanas. En definitiva, nos encontramos de nuevo el
miedo a un mundo desconocido, poblado por los malos espíritus, que pueden
apoderarse del muerto y que obligan a toda clase de cuidados con respecto al
fallecido.
EL DESEO
Hace 22 horas
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