jueves, 17 de octubre de 2013

cara contra cara

“Cuando el resplandor de la luna brilla en la claridad de los cielos,
Detente al aire libre y ve el prodigioso espejo
Cómo la luz se acrecienta en el brillo puro de la luna
Y con su resplandor abraza a dos amantes
Divididos en cuerpo, pero unidos en espíritu con un  único amor
Si no podemos vernos uno al otro, cara amante contra cara amante

 
Al menos deja que esta luz sea nuestra prenda de amor....[1]



[1] J. Boswell Cristianismo..., ob. cit. pág 216 –217. Es una parte de un poema que el monje Walafrido, abate de Reichenau, dedicó a Liutgero.

2 comentarios:

  1. Bellísimo poema. Con mucha frecuencia el amor se contenta con gestos y no piensa en batallas.
    Un beso

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  2. ¡pero qué bonito, y qué triste también!

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