Fernando el Católico (siglo XV).
El retrato
que se hace de él es una descripción donde predomina el equilibrio, “de mediana estatura, bien proporcionado en
sus miembros y las facciones de su rostro bien compuesto, los ojos rientes, los
cabellos prietos y llanos; hombre bien complisonado. Tenía la habla igual, ni
presurosa ni mucho espaciosa. Era de buen entendimiento, muy templado en su comer y beber, y en los movimientos de su
persona, porque ni la ira ni el placer hacía en él gran alteración. Cabalgaba
muy bien a caballo, en silla de la guisa y de la jineta….”
En la
detallada descripción del mismo se le a tribuyen todas las buenas cualidades de
un caballero como el saber cazar, la discreción, la prudencia, que eran también
aspectos que hacían de un hombre un ser digno de tenerse en cuenta[1]
[1] Mª
Angeles Pérez Samper “ Isabel la Católica,
Pág 171 Barcelona 2004.. La
descripción esta basada en las aportaciones de
Hernando del Pulgar
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