Quizá dejaba el monasterio
con más pesadumbre de la que llevaba cuando se dirigía al
convento. De nuevo cruzaba el puente de Cabañales a Zamora, más solitario que
nunca, más callado que a la ida. En su cabeza, sin lugar a dudas, están
impresos los graves insultos que le han dado a conocer. ¿Cómo es posible que de
las bocas de unas religiosas puedan salir semejantes palabras como “caraça y mastina”, merina, bellaca, asinal? Tampoco podía olvidar las agresiones
físicas que se llevaron a cabo contra su priora. Violentos empujones por medio
de los cuales, monjas como Marina Romani, Doña Johanna y Catherina Zamorensis,
la habían sacado del claustro en más de una ocasión tratando de hacerla
prisionera y con la intención de matarla. ¡Menos mal que no lo habían
conseguido, aunque lo intentaron.[1] ¡Con
cuánto espanto había escuchado la inusitada violencia que se producía después
de completas, en la que la noble y piadosa María Martínez, que sólo quería el
buen orden del monasterio, había sido estrujada entre las puertas hasta hacerla
sangrar! Sangre dada, en definitiva, por
una causa noble. ¡Cuántos horrores ha conocido y esto sucedía en un convento de
la diócesis de Zamora ! Un convento que se le escapaba de las manos. Esto
era lo más terrible, él don Suero no sabía qué hacer.
Callado y con sus pensamientos, a solas, va Don Suero.
El peso de estas monjas lo debía llevar como una losa que le aplastaba y, como una losa que quisiera sacar de su
corazón, va recordando los nombres de las monjas que escarnian el
monasterio ; recuerda sus nombres y memoriza sus caras. Estefanía
Fernandi, María del Ponte, Marina Roderici, hermana de Oro Buena, Marina
Dominici de Toro, Elvira Dominici de Toro, Inés Dominici de Toro, Marina
Sugerii, Stefania Muniuonis, Velasquita, Marine Dominici de Zamora, Elvira
Petri, Sancha García, cosobrinas de Fray Munio, María Rinaldo, María Vicente,
Jhoanna Dominici, Teresa Vermudi, Catalina de Benavente, Margarita y hermanas , Donna Jhoanna, Mioro Vida, María
de Sevilla, Catalina de Zamora, María de Valladolid, Durane, Marina Joannis,
Marina Guterri, Marine Garsie, Marine Dominici e hija, María Gotierri, ¿ A
quiénes lleva don Suero en su mente ? ¿ Quiénes son las que dejan huella?
[1]
A.C.ZA.Legajo 13, documento nº 61. Año 1279 En este documento se dice cómo la priora en algunas
ocasiones fue arrastrada “duceretur per tibias ut darent ei mortem”.
Esta violencia queda reflejada en la actuación contra ella donde, además de
todo esto, se dice que la aplastaban entre dos puertas hasta hacerla sangrar.
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